EDAFOMATRIA
CDMX-MADRID (2024-2025)
Al igual que una madre da origen, nutre y sostiene a su descendencia, el suelo es la base sobre la cual se desarrolla la vida, un sistema vivo en constante transformación. Las rocas son el resultado de procesos de formación externos que se han consolidado bajo condiciones específicas a lo largo del tiempo. Analógicamente, una persona puede entenderse como el resultado de una serie de procesos de acumulación y transformación. En ambos supuestos, se trata de influencias directas e indirectas, ajenas o hereditarias, que terminan siendo expresadas en la composición y que pueden experimentar modificaciones a través de procesos de cambio que alteren la estructura de cada una.
El término Edafomatria une edafogénesis —formación del suelo— con matria, evocando lo materno desde el territorio y lo simbólico.
Se trata de una relación simbólica, más que biológica, que implica heredar y desafiar, recibir y transformar. La relación madre-hija puede ser nutritiva o conflictiva, sostener la vida o sofocarla. La Edafomatria sugiere que esta relación no es estática, sino que cambia con el tiempo, como el suelo que se adapta a nuevas condiciones.
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